¿Sabías que…

Contenía unos ingredientes a cada cual más apetecible: piedra pómez en polvo, cáscara de huevo, pezuña de buey, sal, pimienta, mirra, hojas de menta, flores y agua. Además, en la época del Antiguo Egipto si eras rico tenías más papeletas para sufrir dolor dental. Esto ocurría porque los más adinerados podían comer dulce (miel por ejemplo) y en cambio los trabajadores comían cebollas.

Científicos japoneses de la universidad de Yokohama recomiendan consumir yogur para evitar el mal aliento o halitosis, ya que señalan que el producto mejora la higiene oral. Para llegar a esta conclusión realizaron un estudio en el que los participantes consumieron 90 gramos de yogur dos veces al día durante 6 semanas. Ello provocó una disminución de sus niveles de sulfuro de hidrógeno y otras sustancias que contribuyen al mal aliento.

El uso prolongado y continuo de este tipo de pastas puede hacer que tu esmalte se vaya desgastando. Por esto y en caso de utilizarlo, es bueno que se combine con otras que favorezcan su remineralización.

Durante la primera parte del siglo XX, el bicarbonato de sodio estaba instalado como una parte integral de limpieza dental que protegía de las infecciones orales. Aún en la actualidad muchos fabricantes de pastas dentales agregan bicarbonato a sus productos, ya que puede ayudar a combatir las enfermedades de las encías como la gingivitis o casos más graves como la periodontitis.

Consumir fresas además de ser un deleite puede resultar muy beneficioso para blanquear los dientes, pues contienen ácido málico que además de blanquear, ayuda a eliminar bacterias y por lo tanto, a mantener una buena higiene bucal. Puedes preparar un jugo en agua y utilizarlo para enjuagarse o aplicar las fresas directamente frotando los dientes.