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Blanqueamiento dental

By 12 diciembre, 2017 No Comments

Quiero, pero… ¿Puedo?

Esa parece ser la pregunta del millón en Odontología, ya que no todos los dientes tienen el mismo tono y cada boca es un mundo. El blanqueamiento dental externo es hoy en día, una de las técnicas estéticas más sencillas y conservadoras. Pese a que su nombre sea externo, lo que se procura blanquear es  la dentina. La corona del diente en su estructura está formada por esmalte, parte más externa y translúcida como el cristal; dentina, capa intermedia y lo que realmente da color al diente; y pulpa dental, estructura interna.

Antes de someterse a un tratamiento de este tipo el especialista debe estudiar el caso para no crear falsas expectativas. Así mismo, la intensidad del blanqueamiento dependerá de cada paciente y de su edad, siendo por ejemplo los más jóvenes los que reciben un mejor resultado. En general el efecto es positivo en casi todos los dientes, incluso en muchos casos los tetraciclínicos, es decir los dientes con franjas marrones o grises, pese a que en estos últimos no desaparecen las franjas mencionadas, sino que solamente se aclaran.

El blanqueamiento dental externo se hará sin anestesia para poder percibir las sensibilidades, ya que es en realidad el diente el que nos va a indicar hasta donde podemos blanquear, de nada nos vale tener un diente blanquísimo si nos queda hipersensible.

Si durante el procedimiento las sensibilidades son muchas, habrá que parar y seguir en otra sesión, o parar ahí definitivamente el tratamiento porque el diente no nos permite ir más lejos. Y si el paciente anteriormente tiene dientes sensibles al frío, no es recomendable el blanqueamiento.

Al finalizar el tratamiento y al día siguiente los dientes pueden y suelen quedar ligeramente sensibles, así como la encía circundante, incluso en ocasiones se puede requerir la toma de analgésicos el día del tratamiento, pero hemos de decir que estas molestias, de haberlas, serán pasajeras y de intensidad baja si se siguen los protocolos correctos.

Durante el tratamiento el paciente debe cepillarse de la misma manera, con pasta blanca, sin colutorios.

Si hay caries, defectos del cuello del diente, o restauraciones antiguas, hay que reconvertir esos problemas en salud antes de cualquier tratamiento. Sin excepciones. Solamente nos cepillaremos sin pasta antes de colocarnos el gel blanqueador nocturno diario.

Después del blanqueamiento, los dientes van a seguir blanqueándose y el color definitivo se mantendrá inalterable de 2 a 7 años, en función de cada paciente. En el caso de que vuelva a aparecer un poco, bastará con hacer una sesión de recordatorio más corta que la inicial. En la mayoría de los casos, suficiente para tener para siempre la sonrisa que soñamos.